Básicamente son iguales a las tradicionales, pero contienen un aditivo que permite
que el polímero se oxide rápidamente. Este sistema se llama oxobiodegradación.
La oxidación hará que se corten las moléculas, que terminarán en pequeñas moléculas de
carbono, hidrógeno y oxígeno.
La cadena de degradación de este tipo de plástico comienza al estar expuesto al oxígeno,
la humedad, la luz y fricción, aquí entran en acción los microorganismos que convertirán
el plástico en biomsa, es decir, material biológico.
Las bolsas biodegradables duran unos meses y vuelven, en poco tiempo a ser parte de la
naturaleza.