Básicamente son iguales a las tradicionales, pero contienen un aditivo que permite que el polímero se oxide rápidamente. Este sistema se llama oxobiodegradación. La oxidación hará que se corten las moléculas, que terminarán en pequeñas moléculas de carbono, hidrógeno y oxígeno.
La cadena de degradación de este tipo de plástico comienza al estar expuesto al oxígeno, la humedad, la luz y fricción, aquí entran en acción los microorganismos que convertirán el plástico en biomsa, es decir, material biológico.
Las bolsas biodegradables duran unos meses y vuelven, en poco tiempo a ser parte de la naturaleza.

100% hechos de plantas, se degradan naturalmente en materiales orgánicos ricos en nutrientes sin dejar residuos visibles ni tóxicos.
La línea Compostable es de materia prima orgánica: Sin polietileno, sin polipropileno, sin poliestireno. Son hechas de: Almidón, plantas, glicerina, cereales, maíz y tintas a base de agua.
Los productos compostables pueden volverse fertilizante orgánico desde aproximadamente 120 días o menos cuando se da un tratamiento de compost adecuado, ya sea en el hogar o en instalaciones profesionales – municipales.

Estos productos están formulados a partir de polyvinyl alcohol (PVA), lo que significa un nuevo parámetro para la industria.
Lo que hace la bolsa es que, al entrar en contacto con el agua, el oxigeno inmerso en el agua (H2O), entra en la cadena química de la bolsa.
Es decir, la cadena del polímero, se extrae el hidrógeno y el resultado es carbono y algunos elementos añadidos a la fórmula.